miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que...

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

martes, 6 de octubre de 2009

La ciencia en España no necesita tijeras

Permítanme que por una vez amplíe el tema del blog pero es que ahíto me tienen los políticos mediocres que nos gobiernan, y los que pretenden hacerlo. Se les puede ver matándose a brazos por conseguir los Juegos Olímpicos y son incapaces de sentarse a reflexionar sobre cómo salimos de la crisis que nos atenaza. Parecen pensar que es suficiente esperar a que pase, lo antes y mejor posible, para recoger los frutos. Se creen que con conseguir que no todo el mundo se muera de hambre ya lo han hecho todo, como si sobrellevar la crisis fuera lo mismo que hacer algo por salir de ella.

Cualquiera con dos dedos de frente sabe qué hay que hacer para salir del pozo: encontrar nuevos nichos de negocio, nuevas formas de producir más eficientes y baratas, nuevas formas de producir energía, nuevas maneras de conseguir el mismo confort del que disfrutamos hoy en día pero consumiendo menos recursos: materias primas, energía, y generando, en definitiva, menos residuos. ¿Es esto tan difícil?

Pues sí, hacer todo eso es difícil, para ello se requiere, inexcusablemente, de la investigación científica. Sin ella estamos perdidos. La investigación científica no es un lujo de ricos, es la base de todo nuestro mundo. La investigación científica es el pedestal sobre el que se apoya cualquier avance tecnológico, que genera negocios, confort y desarrollo. ¿Cómo es posible que en un país como España se piense en recortar los presupuestos para la investigación científica? Es un suicidio, es cerrarse las puertas del futuro.

A nadie se le escapa que la investigación científica no da frutos de hoy para mañana. La falta de inventos de hoy se debe al regateo de dinero para la investigación de ayer. ¿Queremos repetir la experiencia? ¿Queremos encontrarnos, el día de mañana, comprando patentes fuera? ¿Queremos hipotecar, una vez más, nuestro futuro?

No es la primera vez que apostamos por esa política suicida, ya nos costó, en su día, perder el tren del desarrollo; con lo que conseguimos convertir a este santo país en uno de los más pobres de Europa. Era en los tiempos en los que Unamuno decía aquello de ¡Qué inventen ellos! Y así nos fue.

viernes, 1 de mayo de 2009

Cuando GNU/Linux no es la mejor solución..., y cuando sí

Allá por las rebajas de enero me compré un Acer Aspire One, con Linux, ya lo conté, pero la distribución Linpus que traía no me acababa de convencer. Demasiado capada. Muy fácil de instalar, demasiado ya que no da opción a crear particiones en el proceso.
Seguramente el Linpus es una distribución buena, pero tal y como viene en el AAO un usuario normal, acostumbrado al Windows o a una distribución GUN/Linux, lo encuentra un poco de juguete. No es que no tenga opciones, pero no es tan fácil sacársela, hay que consultar en la red. Lo que trae por defecto funciona todo y muy bien, para eso es una distribución pensada para la máquina, pero ¿y si yo quiero más u otra cosa? Añadir programas no es tan fácil, los repositorios son parcos. A mí me disgustaba, sobre todo, el reproductor de música y vídeo, que por alguna razón inexplicable no permitía comenzar a medio archivo, así que había que ir avanzando poco a poco, y con el ratón, por que con el teclado tampoco. Para colmo de males no trae (o no funciona) Java, y por más que lo intenté y seguí todas las instrucciones del mundo, fui incapaz.
Con todo esto un usuario novato o bien acaba creyendo que eso del Linux es para gurús o que no es tan «potente» como Windows. Un despropósito.
Por aquella época tratar de instalar Ubuntu era posible, pero demasiado complejo para un ignorante como yo, así que preferí, por unos meses, aguantar y esperar a que saliera el prometido Ubuntu Remix, pensado para miniportátiles, con la esperanza de que fuera de fácil instalación, y compatible con toda la máquina.
Cuando hace unos días salió la versión oficial del Ubuntu 9.04 Remix no me lo pensé dos veces y lo bajé para probarla. En la página oficial viene todo muy fácilmente explicado, aunque sea en inglés, así que con un par de enlaces te enteras de cómo bajarte el archivo necesario para la instalación y como meterlo en un pendrive (indispensable para una máquina que no tiene CD). Además te indica las máquinas en las que se ha probado, y los problemas encontrados. Para el AAO había un par de bugs, pero que a mí me daban lo mismo por que ni son importantes ni están en cosas que yo use con frecuencia. No sé qué del micrófono y del lector de tarjetas, y el pilotito que indica que el Wifi está encendido, que tampoco funciona. Espero que en el futuro se arreglen y punto.
Una vez con el pendrive preparado lo probé en mi máquina, sin instalar, y todo funcionaba bien. No detecté ningún problema. Incluso, y eso a un novato como yo le sorprendió mucho, pude ir a un archivo guardado en Linpus y moverlo a otro pendrive. ¡La leche!
Como no vi ningún problema me dispuse a instalarlo, pero claro, Remix es una cosa más seria, y sí deja hacer particiones durante la instalación. Se puede poner el automático e instarlo todo en una sola, pero siempre se dice que es mejor tener una para el SO y otra para los datos, por si los formateos. Yo no quería ser menos, así que me fui al particionamiento manual para avanzados, para hacer las cosas bien.
Hacer las particiones no es difícil pero hay que contestar algunas preguntas que a un novato le generan inseguridad. Afortunadamente se puede abortar el proceso en este momento, sin afectar al sistema que está instalado, y preguntar, y buscar información en la red. Gracias a Dios la comunidad hispana de Ubuntu es muy activa, y en la Guía Ubuntu y en Wikipedia viene todo lo que se necesita saber.
Con estos mimbres, y ya seguro de las particiones que quería hacer, instalé el Ubuntu 9.04 Remix definitivamente, sin problemas, y en unos pocos minutos estaba operativo.
Lo de que estaba operativo quiere decir que todo lo que traía para instalar funcionaba, aunque supongo que para que quepa en un pendrive de un giga faltan algunas cosas esenciales. Al reinicar el ordenador lo primero que te dice es que le falta por completar lo de los idiomas, y que para ello necesitas estar conectado a Internet. Pero no hay problema, si, como era mi caso, no tienes acceso a Internet en ese momento en la misma ventana te dice qué tienes que hacer cuando te conectes. Además, cuando te conectas, te bajarán un montón de archivos de actualización, lógicamente. Esto lleva algún tiempo, pero nada más.
Todo parece estar en orden, así que uno se pone a navegar por la red y enseguida aparecen dos problemas. No está instalado ni Adobe Flash Player ni Java. Es decir, no se ven las páginas con vídeos, ni funcionan las que necesitan Java. Esto, que con Linpus fui incapaz de solucionar, lo arreglé en algo más de una hora.
Gracias a Dios tenía otro ordenador con Ubuntu, así que se me ocurrió ver, con Synaptic, qué paquetes relacionados con esto tenía en un ordenador y me faltaban en el otro. Para lo del Flash instalé los paquetes, flashplugin-installer y flashplugin-nonfree, aunque quizás hubiera bastado con instalar adobe-flashplugin. La cosa no funcionó del todo, por que en algún momento se instaló un componente de Firefox que no me permitía ver vídeos en todas las páginas, un tal swfdec que descubrí dándole al botón derecho en un vídeo > Acerca de. Lo desinstalé por completo y los vídeos funcionaron con normalidad.
Lo del Java, que en Linpus me había traído por la calle de la amargura, también fue fácil. Con Synaptic instalé los paquetes java-common, sun-java6-bin y sun-java6-jre. Pero cuando fui a una página que sé que usa Java no funcionaba. Cuando repasé la instalación por alguna razón había instalados los mismos paquetes de Java 5 y Java 6, desinstalé los de Java 5 y todo fue perfecto.
Bueno, ahora sólo me queda configurar todas las pejiguerías que me gustan, e instalar los programas que me son útiles, y esas cosas, pero todo va perfecto, por que al contrario que en Linpus, estas cosas son fáciles de hacer hasta para un novato como yo.
P.D.: Por cierto que me habría ahorrado un monton de problemas si nada más instalar el sistema, hubiera añadido el paquete ubuntu-restricted-extras

lunes, 8 de septiembre de 2008

Mi aventura con Joomla: instalación en Ubuntu

Vaya por delante que no entiendo por qué Joomla (y afines) no está en los repositorios de Ubuntu, lo que nos evitaría tener que instalarlo a mano, como hay que hacerlo ahora. A fin de cuentas tiene licencia GNU/GPL ¿no?

El caso es que uno se va a Joomla, baja su paquete comprimido de instalación y los problemas no han hecho más que comenzar. Un novato como yo, acostumbrado a los usos troticeros de Güin2 espera descomprimir el archivo y que haya un instalador, o un archivo que lo lance o algo por el estilo. Pues no, no hay nada de eso. Bueno, sinceramente, tampoco cabe esperar otra cosa en Linux, no nos vamos a engañar.

Así que nada, uno empieza a buscar y lo primero que encuentra es que antes de nada necesitas tener instalado PHP (php5), MySQL (mysql-server-5) y Apache (apache2), así que vale, me voy a Synaptic, compruebo que no los tengo y los instalo desde los repositorios. Por cierto, tener instalado todo eso y pretender que desempaquetando Joomla en cualquier parte la cosa funcione (que es lo que yo hice) es una tontería, no funciona. El susodicho Joomla tiene que estar en una carpeta muy concreta.

Entonces comencé a buscar páginas donde explicaran cómo hacer la instalación. Lo primero que me encontré fueron cosas como: «vas a la carpeta www, y allí haces otra carpeta que ponga joomla y...», ¡y un huevo! La cosa no es tan fácil, aquí falta decir que para escribir en esa carpeta tienes que usar el comando sudo, y que no vale descomprimir el paquete de Joomla en cualquier parte para luego arrastrarlo al lugar apropiado. Yo lo hice y no funcionó. Y no trate usted de entrar como administrador de cualquier manera, por ejemplo abriendo Synactic y dando la contraseña; comprenderá por qué Ubuntu está libre de virus, la tontería tampoco funciona, y es que uno da la contraseña para hacer aquello que se propone, y no otra cosa.

Lo del comando sudo es importante, porque quiere decir una cosa, hay que usar la terminal, esa cosa que a los novatos nos da tanto yuyu. Me pasé varios días buscando una alternativa, pero sólo conseguí perder el tiempo.

Desengañado, por fin, traté de encontrar una página donde explicasen bien y paso a paso todo lo que hay que hacer. No es tan fácil, los que saben suponen que los demás algo sabemos, pero la realidad es que no sabemos ni dónde estamos; y como, además hay que dar muchos pasos encontrar una página que podamos entender no es tan fácil. Es más, seguro que hay alguna que sí lo explica bien, pero no supe entender qué decían. Al final me decidí por seguir esta página, que explica todo paso a paso.

Esto, así dicho, parece sencillo, pero convencerme de ello me llevó más de una semana. ¡Lo que hay que trabajar para no trabajar, y al final terminar trabajando!

La cosa comienza diciendo: «Antes de empezar, se supone que ya tenemos LAMP o XAMPP instalado y funcionando correctamente». ¡Vamos a ver hombre de Dios...!, ¡eso es mucho suponer!, ¡que le he dicho que soy novato! El caso es que, buscando, buscando, entendí que eso del LAMP y el XAMPP son dos formas de instalar, de una vez, los paquetes PHP, MySQL y Apache, que también podían haber empezado por ahí, que yo los instale por separado y ahora no sé si tengo LAMP, XAMPP o la madre que lo...

Al final resulta que lo del LAMP y el XAMPP sólo es importante para saber dónde vamos a poner nuestra carpeta Joomla. Todo consiste en que:
La ruta por defecto con LAMP es /var/www
La ruta por defecto con XAMPP es opt/lampp/htdocs

Pero bueno, ¡y yo qué sé! Pero si todo consiste en poner la carpeta en un sitio o en otro me dediqué a explorar el sistema de archivos y pude ver que la ruta opt/lampp/htdocs no estaba completa, pero sí lo estaba la ruta /var/www así que asumí que tenía instalado LAMP.

La página da una buena idea: cambiarle el nombre del paquete Joomla que me he bajado a uno más sencillo, así que le puse Joomla y descomprimí en el escritorio.

Por cierto arrastrar la carpeta desde el escritorio a la carpeta apropiada sigue sin funcionar. Hay que hacer caso a la página y ejecutar un comando llamado sudo nautilus en la consola, ¡la p... consola!, que además lo siguiente que hace es pedirte una contraseña, y hay que teclearla con la confianza que da ver que no se mueve nada. Pero bueno, al cabo se abre una ventanita que te permite buscar la ruta adecuada y arrastrar la carpeta de Joomla de una puñetera vez.

Sí, lo confieso, soy un impaciente, cierro todas las ventanas, me voy al navegador, escribo, todo confiado, http://localhost/ (que parece que es lo que hay que teclear para ver si tienes instalado Joomla) y... no-encuentra-nada. ¡Pero cómo no vas a encontrar nada si ya tienes el Joomla metido! Un poco más abajo de la página de explicación veo que en realidad, como Joomla está en una carpeta lo que hay que teclear es http://localhost/joomla, pero no por eso las desgracias me abandonan. Tampoco encuentra nada.

¿Habré hecho algo mal? Voy a comprobar que la carpeta de Joomla sigue en su sitio, y va y resulta que pone un iconito que significa que ¡es ilegible! ¡Abrase visto la muy guarra! ¡Pero cómo que ilegible!

Vuelvo a la página explicativa y parece que antes de nada hay que cambiarle los permisos a la carpeta que acabo de arrastrar: «Cambiamos los permisos de esa carpeta a chmod 755», así que ejecuto en la consola el comando que recomienda: sudo chmod 755 /var/www/joomla pero me dice que no encuentra la ruta, que ¡me cagüentó!, ¡cómo que no encuentras la ruta!, cabrrrr...azo.

Pasa un día, pasa una noche, día segundo.

Sí, decidí dormir la tontería a ver si se me pasaba, así que al día siguiente me dispongo a ver si soy capaz. Lo primero que hago es comprobar que nada funciona. Me voy al Firefox pongo http://localhost/joomla y en efecto: nada funciona. Decido volver a empezar, descomprimo Joomla, que ya lo tenía cambiado de nombre, abro la consola, ejecuto sudo nautilus, busco la carpeta /var/www borro el Joomla que hay, arrastro el nuevo, ejecuto el sudo chmod 755 /var/www/joomla y... ¡la madre que lo parió!, ¿pero no me dice que no lo encuentra?

Eso sí, esta vez no me engañan, tengo localizada la carpeta de Joomla, no he cerrado nada, ¡pues si es por permisos te los voy a dar a capón! Pico en la carpeta de Joomla, botón derecho > Permisos y le doy permisos hasta para ir a mear.

Bueno ya está, lo cierro todo, voy al navegador http://localhost/joomla y... y..., ¡nada!

Pasa un día, pasa una noche, lloro un rato, día tercero.

La verdad es que a estas alturas ando ya un poco desesperado. Incluso comento a algunos amigos que igual paso del Joomla de los coj..., pero si los demás pueden ¿por qué yo no?

Por la tarde me dispongo a repetir lo del día anterior: http://localhost/joomla y nada, descomprimo Joomla, abro la consola, ejecuto sudo nautilus, busco la carpeta /var/www borro el Joomla que hay, arrastro el nuevo, ejecuto el sudo chmod 755 /var/www/joomla y... no ¡si esto ya me lo esperaba yo!

Vayamos por partes cd / luego ls y me lista lo que tengo, todo bien, cd var luego ls y me lista lo que tengo, todo bien, cd www y luego ls y me lista lo que tengo, ¡ahí está el puto Joomla! ¡Un momento! ¿No será esta la tontería, verdad? Porque tengo en la carpeta escrito «Joomla» con mayúscula. ¡Vamos a ver! ¡Un poco de seriedad! ¿A que va a ser eso? Me voy a la carpeta, le cambio el nombre a joomla (con minúscula) ejecuto sudo chmod 755 /var/www/joomla y ¡no me dice que no! Vuelvo al navegador pongo http://localhost/joomla y ¡Va y me dice que no tengo permisos! ¡Pero si te los cabo de dar pedazo mammonnnnn!

Pero tengamos calma, por lo menos es un cambio, y como diría el doctor House, los cambios son buenos, porque lo anterior acabó en tragedia. Me vuelvo a mi estupenda página explicativa y ejecuto el resto de comandos que recomienda, así, a ciegas, con la inconsciencia que da la desesperación:
sudo find . -type f -exec chmod 644 {} \;
sudo find . -type d -exec chmod 755 {} \;
sudo chown -R www-data:www-data /var/www/joomla/

Lo cierro todo, me voy al navegador pongo http://localhost/joomla ¡y ahí está! ¡Sí señor! La página de instalación pidiéndome que seleccione el idioma, ¡y con el español por defecto! > Siguiente ¡sí señor, todo en verde!, ¿todo en verde? ¿Por qué pone «Soporte MySQL No»?

¡Mecagüentós losjimenez, lossantos, la conferencia episcopal y la madrequelosparió!

sábado, 26 de abril de 2008

Vega: los ajedrecistas me entenderán

Hecho ya el ditirambo del ajedrez en Linux y Ubuntu para la mayoría de los interesados en jugar, faltaba encontrar la herramienta necesaria para los árbitros, para los organizadores de torneos. Quien juega torneos sabe que el método de competición (suizo) es muy sencillo en su concepción (juegan entre sí los que tienen los mismos puntos), pero muy complejo es su realización, porque hay que jugar las mismas partidas con blancas que con negras, porque si son impares los de tus puntos tienes que jugar con uno con más o menos puntos, etc., y encima hay que compensar las diferencias en la ronda más próxima posible. Antiguamente esto se hacía a mano, por medio de unas tarjetas, y un torneo de 50 personas llevaba una hora hacer la siguiente ronda (gracias a esto era imposible hacer un torneo entero en un sólo día). El caso es que hace ya más diez años esta labor se deja en manos de ordenadores, que hacen el emparejamiento en segundos y sin errores (por culpa de esto han desaparecido los torneos de varios días de partidas lentas para sustituirlos por torneos de un día de partidas de 20 minutos, un asco). Pues bien, he encontrado el programa (sólo uno) que permite hacer un suizo y corre bajo Linux, y se llama Vega.

Vega es un programa específico para hacer torneos de ajedrez tanto en el sistema suizo de competición como el el round robin (liga), que tiene todas las funcionalidades de los programas de este tipo. En realidad son dos programas diferentes que vienen en el mismo paquete, uno para los torneos individuales y otro para los torneos por equipos, que permite gestionar todos los resultados individuales de cada componente del equipo.

Este programa no necesita de instalación, basta con descomprimir el paquete y hacer doble clic sobre el archivo Vega5 (Individual) o sobre VegaTeam5 (por equipos). Se instala en inglés, y tiene una funcionalidad para ponerlo en otros idiomas Extras > Select Language > Spanish. Desgraciadamente, en la versión analizada (Vega 5.3.0) el programa en español sólo traduce tres o cuatro palabras de la barra de herramientas, y lo mismo ocurre con los demás idiomas excepto el italiano (el programa es de un árbitro italiano). De todas formas no importa mucho, porque es muy intuitivo. Una curiosidad: existe versión para Windows, pero cuesta dinero. La versión para Linux es gratuita, aunque no podemos estar seguros de que lo sea siempre.

lunes, 18 de febrero de 2008

Ajedrez en serio

Lo confieso, me dejé llevar por la fama de los grandes programas de ajedrez (Fritz, Rybka y Shredder) y no me di cuenta de que en los repositorios de Ubuntu estaba Crafty: pocas bromas. Vale, Crafty no tiene el palmarés de los grandes, pero está siempre ahí, luchando con ellos por los primeros puestos, y tiene en sus vitrinas algún que otro campeonato del mundo (1983 y 1986). No es, pues, un programa que sabe mover las piezas y poco más. Con él se puede analizar partidas en serio, con la seguridad de que la variante que te devuelve no es una chorrada. Es claramente superior a las versiones anteriores de los grandes programas, esas que hace cuatro o cinco años eran las mejores del mundo.

Lo bueno de Crafty es que tanto Eboard como Scid lo tienen implementado como motores. De hecho muchos de los que tengan estos programas habrán tratado de lanzar este motor sin éxito, y es que no se instala por defecto, hay que hacerlo aparte desde los repositorios. Hay que instalarlo junto con un libro de aperturas. Existen tres: medio, medio-bajo y bajo. Por supuesto yo aconsejo el medio.

He estado comparando las variantes que da Crafty-Scid con las del Fritz 8 que tengo instalado en mi antiguo Windows. Los resultados son sorprendentes. Las diferencias son mínimas, y lo que más me ha sorprendido es la rapidez con que Crafty da variantes buenas, mucho más que Fritz, que necesita algo más de tiempo para encontrar su mejor opción.

Es posible jugar una partida desde una posición concreta que nos interesa probar, o jugar una variante nueva en una partida de grandes maestros, que fue por otros derroteros, y que no entendemos muy bien qué pasaría si se hubiera jugado tal cosa. Para ello tenemos dos opciones: usar Scid y ver qué jugadas da Crafty o cargar la partida en Eboard y jugar contra el motor Crafty. Esto no es del todo fácil. Hay que ir a Ventanas > Partidas en el cliente > y buscar la partida en PGN > seleccionar la partida > Cargar partida > avanzamos la partida hasta la posición que nos interesa > Abrir nuevo tablero con una posición (botón de la esquina inferior derecha) > Ejecutar motor > y seleccionar el motor con el tiempo de la partida.

En Eboard existe implementado un tercer motor llamado Sjeng. También está en los repositorios de Ubuntu y hay que instalarlo aparte. A mí me tiene un poco confundido. El Sjeng que se instala es claramente inferior a Crafty. Tiene un nivel alto, pero muy lejos de los grandes programas. El caso es que entre los programas de ajedrez que siempre están luchando en los primeros puestos existe un tal Deep Sjeng, también muy bueno. Lo que no sé es si el Sjeng de los repositorios es su «hermano menor» o es el mismo Deep Sjeng con el nombre abreviado porque está ahí desde hace años y no han cambiado el nombre.

A parte está el programa de José-chess, que tiene una pinta buenísima, pero que yo no conozco. Agradecería a quien sí lo utilizase que describiera sus características en el artículo de ajedrez de la Guía Ubuntu.

En definitiva, el trío Eboard, Scid y Crafty hace de cualquier ordenador un arma temible de análisis de ajedrez, que puede satisfacer las necesidades de los aficionados muy avanzados, y seguramente de algunos profesionales.

domingo, 27 de enero de 2008

Otra de ajedrez

Pues sí. Hay utilidades de ajedrez que son fantásticas. Scid es una base de datos que nada tiene que envidiar a Chessbase. Ahora no sé cómo he podido vivir sin ella. Es muy intuitiva, aunque hace (o mejor dicho no hace) algunas cosas un tanto irritantes, como que no salta una ventana con los resultados de una búsqueda, pero bueno, sabiendo que están en el botón de «listar» se acabó el problema.

La otra utilidad es Eboard, un programa muy elegante. Desgraciadamente todo lo que tiene de elegante lo tiene de poco intuitivo. Como rival en el ordenador es flojo, pero bueno ¿quien quiere jugar contra un ordenador? Lo bueno de Eboard es que se puede conectar para jugar on-line. La lástima es que lo hace a través de una consola, y eso quiere decir que hay que usar comandos, una dificultad muy grande para quien no los ha utilizado nunca.

Por defecto Eboard tiene para conectarse y jugar on line el FICS (Free Internet Chess Server), un buen sitio para jugar, sin la cantidad ni la fuerza de los jugadores de Chessbase, pero es cuestión de ir haciendo proselitismo. Eso sí, hay que registrarse, y no valen los correos electrónicos del tipo Hotmail, Yahoo ni Gmail (vaya a saber usted porqué). Y también te puedes conectar directamente con un conocido si sabes su IP.

A la postre los comandos que hay que manejar son:

«guest» si lo que quiere es jugar como invitado, y aparecerá un mensaje del tipo «GuestXXXX» que será nuestro nombre de invitado.

«Password» que sirve para cambiar la contraseña que nos dan al registrarnos por otra que recordemos.

«seek», que es el comando que nos permite plantear un reto. Debemos especificar el tiempo al que deseamos jugar. El orden correcto de lo que debemos escribir es: «seek tiempo incremento», donde el tiempo es el tiempo de la partida en minutos y el incremento es el incremento en segundos por jugada. Por ejemplo: «seek 5 0» plantea una partida de cinco minutos sin incremento, «seek 3 3» plantea una partida de tres minutos a la que se suman tres segundos en cada jugada.
«match» es el comando que nos permite plantear un reto a un usuario conocido que también está conectado. El orden correcto de lo que debemos escribir es: «match usuario tiempo incremento», donde usuario es el nombre del usuario con el que deseamos jugar.